Esta sección no pretende ser lo que suele ser un capítulo encorsetado de "Rutas" en una guía de viajes convencional, más bien, al contrario. Vamos a proponer unos puntos relativamente cercanos a Casa Tío Prudencio, para que el visitante pueda, organizándose a su manera y de una forma creativa, entretenerse y divertirse, a la vez, que cultivar su espíritu mientras transita por nuestras tierras.
Una villa que se conserva como en plena Edad Media. Pueden contemplarse: los restos del castillo del siglo XV, la iglesia románico-gótica de Nuestra Señora del Castillo y la ermita románica de la Soledad. También se pueden visitar las ruinas de la ermitas de Santa Ana y San Juan Bautista. Dentro de los recursos naturales están: El Sabinar de Calatañazor y, muy cerca, La Fuentona, nacimiento del río Avión.
En este pueblo, tan bien cuidado, merecen visitarse: la muralla, con sus tres puertas; el palacio de Avellaneda, del siglo XVI; el castillo, con origen constructivo en el siglo X; el convento de San José, de carmelitas; la iglesia, antigua Colegiata de Santa Ana; y la plaza con su rollo gótico. También tenemos aquí: una famosa herrería y la farmacia, con museo, de los Jimeno, una de las más antiguas de España.
El monasterio se comenzó a edificar con estilo románico para encomendar de su gestión a los monjes premostratenses de San Norberto. Se fue ampliando, unas veces con la ayuda de los reyes , y otras gracias a iniciativas de los propios monjes o de otros ilustres bienhechores. Destacan la iglesia con su coro, los claustros, el refectorio y la impresionante biblioteca.
En 1835, con la Desamortización, perdió bastantes obras de arte y fondos de su biblioteca. Posteriormente fue comprada por la Orden de San Agustín que en la actualidad mantiene aquí el noviciado de los Agustinos Españoles.
Destacan sus iglesias románicas de San Martín y de San Ginés que han propiciado que la localidad haya sido declarada Conjunto Histórico Artístico. En el pueblo también se puede contemplar su arquitectura rural tradicional.
Podemos ver en Langa: el puente sobre el río Duero; su iglesia parroquial, gótica al principio de su construcción, con añadidos posteriores; su calle con soportales; y el Torreón, que destaca desde la lejanía por su silueta y es el símbolo más representativo de la localidad
Es, sin duda, la localidad más importante de las relacionadas en este catálogo. Destaca la Catedral, románica en sus orígenes, con el claustro y la mayor parte de la fábrica góticos, la torre barroca, y la sacristía y la capilla de la Inmaculada neoclásicas. En su museo se exponen numerosas piezas procedentes de toda la provincia y destaca el famoso Beato de Liébana. La calle Mayor con sus soportales lleva desde la plaza de la catedral hasta la Plaza Mayor, donde destacan el Hospital de San Agustín y el Ayuntamiento.
Otros edificios importantes son el Palacio Episcopal, el Seminario y la antigua Universidad de Santa Catalina que ha sido remozada para convertirse en un establecimiento hostelero de lujo.
En Osma, que está unida a el Burgo, hay que visitar el Castillo y el yacimiento arqueológico de Uxama.
En esta villa hay una interesante y completa oferta gastronómica.
Se considera a San Esteban la cuna del románico porticado castellano por sus iglesias de San Miguel y de la Virgen del Rivero. Se pueden contemplar múltiples piedras en los edificios de su casco histórico con grabados de la época romana. Hay restos de arquitectura militar en su castillo y en algunos lienzos de muralla, y especialmente en la puerta de la Villa.También son dignos de reseñar su extenso puente y la zona recreativo-cultural del Parque del Románico y el Molino de los Ojos.
Las necesidades alimenticias se pueden resolver fácilmente gracias a su extensa oferta culinaria.
Destacan en Castillejo los restos de su castillo templario y la iglesia románica de la Asunción de Nuestra Señora. También se hallan las ruinas de las ermitas de los Santos Mártires y de la Virgen de las Viñas. Es un pueblo con una notable actividad viti-vinicola gracias a la extensión de sus viñedos y a su bodega industrial.En este pueblo es donde ubican los entendidos el ultraje a las hijas de aquel famoso héroe medieval, dona Elvira y doña Sol, que cuenta el Cantar de Mío Cid.
El casco urbano de esta villa está cruzado por un arroyo perfectamente canalizado, algo que llama bastante la atención de los visitantes.
La Federación Española de Caza dispone, en parte de su término, de un coto de caza donde se celebran bastantes competiciones y se imparten cursos relacionados con esta materia.
Esta es la única localidad de esta provincia que tiene actividad de artesanía alfarera, aunque en un pueblo próximo, Quintana Redonda, se realizan también elaboraciones con barro de color negro.El 1 de noviembre celebran todos los años el día de las Animas con unos cánticos tradicionales.
Este pueblo se halla muy próximo a la casa rural Tío Prudencio. Aquí se produce uno de los vinos más caros y apreciados de la Ribera del Duero. Desde un mirador que se encuentra al lado de la iglesia parroquial se puede contemplar la zona tradicional de bodegas, perfectamente ordenadas y que se siguen utilizando por los lugareños para guardar sus producciones artesanales de vino.
En Gormaz, y desde muchos kilómetros a la redonda, destaca la silueta de su grandioso castillo de origen musulmán, construido en época califal; se considera que es el que tiene mayor extensión de todos los situados en Europa.En la falda de este castillo se encuentra la ermita románica de San Miguel, con pinturas de la misma época que han sido dadas a conocer al gran público muy recientemente.
El edificio que más llama la atención de este pueblo es su iglesia de Santa María del Castillo. Fuera del casco urbano se encuentra la ermita neoclásica de Nuestra Señora de Castroboda. Otro templo, fuera del casco urbano, fue la ermita de la Veracruz, que fue expropiada al construirse el pantano y cuyas pinturas murales fueron trasladadas al Museo del Prado, junto a otras que se mencionan en esta sección, las de San Baudelio de Casillas de Berlanga. Otros monumentos de Maderuelo son la iglesia de San Miguel que ya no tiene culto y diversos elementos militares del recinto fortificado, como la puerta de la Villa y la puerta del Barrio y algunos torreones, y otros relacionados con la jurisdicción civil, como varias plazas y la cárcel.
Como ya se ha reseñado, le rodea el pantano de Linares, y por debajo de la presa hay una reserva de rapaces en las hoces del río Riaza.
Los monumentos más importantes de Berlanga son la Colegiata de Nuestra Señora del Mercado, el castillo del siglo XV y el palacio, en ruinas, de los Duques de Frías. Hay otros monumentos no tan importantes, como el rollo, gótico, ermita de Nuestra Señora de Carrascosa, ermita de la Soledad, Hospital de San Antonio, convento de las monjas concepcionistas, .....
Los amantes de la buena comida encontrarán aquí un restaurante de vanguardia, el casa Vallecas.
De las muchas iglesias que hubo en esta villa, solamente quedan en pie: la de Santa María la Mayor, donde únicamente se celebra el culto; la de San Miguel, que está situada en la Plaza Mayor; la de San Juan, que es de propiedad particular; y la de San Martín, que solamente conserva la torre campanario (conocida cariñosamente por los lugareños como "La Martina") y es un símbolo de la localidad. En la carretera de Aranda está el ex-convento de San Francisco, también de propiedad particular. Asimismo se puede contemplar, muy próximo al puente, el Hospital del "Santi Spiritu" que en la actualidad es una residencia para la Tercera Edad. El convento de madres concepcionistas también ha pasado recientemente a propiedad particular debido a la falta de vocaciones religiosas.
Dentro de la arquitectura civil están: los palacios de los Contreras y del obispo Vellosillo y otras casas nobiliarias, entre ellas el edificio del Ayuntamiento. No hay que olvidar tampoco el Arco de entrada a la Villa y la preciosa y amplia Plaza Mayor, con sus soportales.
En esta villa hay gran actividad artística, principalmente en los meses veraniegos, y suele haber exposiciones en alguno de sus palacios o en la iglesia de San Miguel.
Hay una interesante oferta culinaria.
No se puede sospechar, viendo el exterior del edificio, los tesoros que alberga dentro del mismo. Esta ermita mozárabe está declarada Monumento Nacional. Llama la atención la arquitectura constructiva del edificio, apoyado en una columna central, a modo de palmera. También tiene su originalidad la tribuna que semeja, a escala, las columnas de la mezquita de Córdoba.
El interior de las paredes del edificio estuvo cubierto de pinturas murales, algunas de las cuales fueron llevadas a museos norteamericanos; algunas de ellas fueron recuperadas y se hallan en el Museo del Prado, el resto se han restaurado recientemente y están a la vista del público.
Destaca en Caltojar su preciosa iglesia románica de San Miguel. Es preciosa y sorprendente la puerta de entrada al edificio.
En el interior destaca su hermoso retablo plateresco.También podemos visitar la ermita de Nuestra Señora de las Angustias.
Como es muy posible que veamos gatos por las calles, podemos recordar que Gerardo Diego les dedicó un poema.
Destaca la iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVII, que fue construida a costa del que fue obispo de Lugo y de León y presidente electo del Consejo de Castilla, don Juan Aparicio y Navarro, hijo de esta villa.
Aquí se halla también la iglesia románica, en ruinas, de Nuestra Señora de la Calzada.
Existen en Caracena las preciosas iglesias románicas de San Pedro y de Santa María. También se pueden contemplar: la cárcel, el hospital y el rollo o picota, símbolos del poder histórico de esta villa.
Por encima de la población hay un imponente castillo. Muy próximo a la población hay un hermoso puente, y, algo más alejado, el yacimiento arqueológico de Los Tolmos.
Destaca en este pueblo la atalaya musulmana, de propiedad particular, que hay previsión de que sea restaurada con prontitud. Es importante también su iglesia parroquial, gótica y barroca, de la Santa Cruz.
Está en Montejo su iglesia parroquial de origen románico, con añadidos posteriores góticos y renacentistas, dedicada a San Cipriano.Dentro de la población hay una atalaya musulmana.
Se verán más tarde Tiermes y Pedro, dentro del término municipal que encabeza este pueblo.
Como a dos kilómetros de Valderromán hay unas encinas o carrascas centenarias, si es que no son milenarias. Una de ellas tiene una circunferencia bordeando el tronco de más de 5 metros. Su copa da una sombra al mediodía de más de 240 m2.
Rello está situado en una alta peña circundada por las hoces del río Escalote y un afluente suyo. Además de esta defensa natural está rodeado de murallas, y las casas están situadas en el interior del recinto amurallado, siendo su principal vía el paseo de ronda. También se conserva la torre del homenaje y un aljibe.Como símbolo de la villa que es, tiene un rollo de hierro que parece que se formó con un cañón de artillería.
Tiermes es un yacimiento arqueológico que alberga restos celtiberos, romanos y medievales. En los días de mayor afluencia de público suele haber algún guía que enseña y explica el yacimiento. También hay un museo dedicado a hacer didáctica de la arqueología de este yacimiento, algo antes de internarse en éste.
A la entrada del yacimiento está la ermita románica de Nuestra Señora de Tiermes, de gran calidad artística, y buena prueba de ello es la galería porticada.
En este pueblo nace, en el Manadero, el río que lleva el nombre de la localidad, a unos centenares de metros de la misma.
Partiendo de su iglesia parroquial de San Pedro, hay un pequeño circuito convenientemente arreglado en el que se pueden contemplar los antiguos molinos y batanes de la localidad, hay un pasadizo sobre el río, después se encuentra la ermita visigótico-románica de la Virgen del Val, y después de pasar por una calleja de huertos se llega al lugar donde habíamos empezado la pequeña excursión.
Retortillo es la cabecera de una zona bastante despoblada. Hay restos de su antigua muralla con dos puertas de entrada a la villa.
Tiene la iglesia gótica de San Pedro y varias ermitas, una de ellas, la de San Miguel, en el despoblado de Lérida.
A un kilómetro y medio de este pueblo nace el río Aguisejo, en un paisaje paradisíaco.
Dentro del pueblo podemos contemplar su iglesia románica de San Pedro. El arte románico se puede apreciar en su torre y en su galería porticada, sobre todo en los capiteles de sus arcos. Los que hay en la puerta de entrada son de extremado valor artístico.
Esta villa es bastante bulliciosa gracias a sus numerosos visitantes durante todo el año, en invierno gracias a su cercana estación de esquí de la Pinilla y en verano debido a la benignidad de sus temperaturas.
Tiene la iglesia renacentista de Nuestra Señora del Manto, las ermitas de San Juan, de San Roque y la de la Virgen de Hontanares, ésta última de mucha devoción.
También destaca su Plaza Mayor con soportales, que se convierte en coso taurino cuando llegan sus fiestas patronales.
Dispone de abundante oferta gastronómica.